Ahora que lo pienso... el inventor de las máscaras (que desde luego, tuvo que vivir hace muchos muchos años, recordemos el uso que hacen de ellas los egipcios o los griegos) obviamente, quería esconder algo... su identidad, ¿tal vez? No lo sé. Y aunque una máscara solo la llevamos, el diferentes festividades u ocasiones... hay máscaras que duran para siempre.
¿Cómo? Cada persona crea su propia máscara, la colorea y la decora como desea, y decide ponérsela para siempre, la suerte de esta máscara es que cambia con el tiempo, la edad... se ajusta a nuestras necesidades. Lo malo, es que no deja que te veas tal y como eres, te oculta, hasta que crees, que esa máscara es parte de ti, de tu alma. Es así como la sociedad, hace falsas conjeturas de las personas, de lo que son o de como son, sólo juzgan la máscara. Seguro que habéis escuchado: " No juzgues un libro por su portada" , a eso mismo me refiero, si no decides abrir el libro y leerlo, nunca llegarás a conocer lo que esconde, igualmente ocurre con el ser humano. Las máscaras son solo un signo de protección hacia los demás, la sociedad, la necesidad de encajar y de no ser devorados que proviene de nuestro instinto más animal. En definitiva, no tienen nada de malo, siempre que no olvides quién realmente eres.Dejadme contaros que, conozco personas, que son capaces de refugiarse en sí mismas, cerrarse, ponerse una máscara con 4 o 6 nudos diferentes, pero sin duda, cuando las conoces, son increíblemente adorables. No juzgues una persona, por su máscara, sino por lo que oculta su interior, sería mi nueva frase.
Finalmente, ¿cómo es tú máscara?
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario